El uso semanal de un exfoliante corporal con tres sales (Epsom, Himalaya y Mar Muerto) y tres aceites (Argán, Jojoba, Almendra Dulce) ofrece numerosos beneficios para la piel. Las sales estimulan la renovación celular, desintoxican e hidratan suavemente, eliminando las células muertas para una piel suave y tersa. La combinación de aceites preciosos nutre en profundidad dejando la piel perfectamente hidratada y perfumada.


Para este ritual de exfoliación de tres pasos, primero necesitarás:

1. jabón

Comienza lavando tu cuerpo con nuestra pastilla de jabón natural. Luego enjuágate la piel en la ducha. Ahora estás listo para el ritual de exfoliación.

2. Guante exfoliante

Luego, usando solo agua, frota tu cuerpo con uno de nuestros guantes exfoliantes. De esta forma podrás preparar y suavizar tu piel para una mejor exfoliación.

3. El exfoliante

Cierre el agua para este paso. Para aprovechar al máximo los beneficios de las sales y los aceites, tómate el tiempo para mezclar bien el exfoliante antes de cada uso. Es normal que se separe entre cada uso.

Luego, media cucharada a la vez, masajea suavemente cada parte de tu cuerpo, dejando que las sales se derritan lentamente en tu piel. Así, podrás obtener todos los beneficios que aportan las sales de Epsom, del Mar Muerto y del Himalaya (relajar los músculos, desintoxicar la piel, reequilibrar el PH). Finalmente, enjuaga tu cuerpo con agua. Gracias a los nutritivos aceites de argán, jojoba y almendras dulces tendrás la piel exfoliada e hidratada al mismo tiempo.

Puedes secarte la piel con palmaditas suaves; de lo contrario, déjala secar al aire.

Tu ritual de exfoliación semanal ya está completo. No olvides utilizar nuestro aceite corporal el resto de días de la semana para mantener la hidratación de tu piel.